El marido y padre de nuestros clientes acudió en reiteradas ocasiones a la consulta de su médico de cabecera presentando una clínica progresiva y que se fue agravando con el tiempo consistente en dolor en epigastrio que evolucionó a dolor en el pecho irradiado hacia el brazo izquierdo, especialmente relacionada con esfuerzos.
El facultativo interpretó erróneamente los síntomas del paciente derivándole a Traumatología y Reumatología. En ninguno de los dos servicios se halló al paciente signos patológicos relacionados con tales especialidades médicas y desgraciadamente el paciente falleció durante su jornada laboral de un shock cardiogénico.
Tras evaluar el caso junto con nuestros peritos colaboradores concluimos que la asistencia médica que había recibido el paciente no se ajustó a lex artis ad hoc, al no identificarse el cuadro clínico como una angina de pecho (“angina pectoris”), no realizarse un electrocardiograma ni una analítica de sangre para estudiar el nivel troponinas: una proteína que se eleva cuando sufre el músculo cardiaco, tal y como señalan las guías clínicas al respecto cuando se atiende a un paciente con dolor de pecho. Una actuación en este sentido hubiera supuesto diagnosticar correctamente al paciente y administrarle un tratamiento crónico que le hubiera salvado la vida.
Con estos argumentos iniciamos una negociación de forma extrajudicial con las compañías aseguradoras del facultativo y del centro médico responsables, alcanzando un acuerdo indemnizatorio para nuestros clientes, evitando así tener que acudir a un proceso judicial.
La experiencia profesional y especialización de LEX ABOGACÍA nos permite en muchas ocasiones conseguir una reparación del daño causado a nuestros clientes sin tener que interponer una demanda, reduciendo los tiempos y los costes que implica la judicialización de las reclamaciones, lo cual hacemos en aquellos casos en los que es estrictamente necesario.